lunes, 2 de junio de 2014

Senda de la Lancha de las Víboras

Bonita, sencilla y acogedora ruta la que nos presenta esta Senda de la Lancha de la Víboras, marcada oficialmente como PR-AV 53, en pleno Valle de Iruelas (El Barraco, Ávila).
Garganta de Iruelas
Para llegar al punto de inicio deberemos desviarnos de la N-403 donde nos indica el cartel "Valle de Iruelas", muy próximo a la localidad de El Tiemblo. Una vez tomado el desvío, nos dirigiremos hacia la zona de Las Cruceras para continuar en búsqueda del Camping Valle de Iruelas, donde da comienzo nuestra ruta.
Pantano de El Burguillo
Muy próximo al camping tenemos un área recreativa y un parking donde poder dejar el coche cómodamente.

La ruta consta de tan sólo 4 kilómetros con la opción de ampliarlos mediante la vecina Senda Botánica que parte desde el mismo lugar añadiendo poco más de dos kilómetros a la ruta inicial.

Puede ser una alternativa muy interesante para complementar un tranquilo día en el pantano de El Burguillo debido a su proximidad.



Una vez iniciada la marcha nos encontraremos con un primer kilómetro de ascenso hasta el mirador de buitres. El camino zigzaguea tomando considerable altura y resultando el tramo más duro de toda la ruta.

Los helechos serán los principales protagonistas de esta zona de umbría, acompañándonos durante nuestro primeros pasos.
Los helechos, protagonistas en los primeros pasos.
Los pinos, enormes y robustos, se levantan sobrios ante la vegetación que nos absorbe dentro de este bosque húmedo con presencia de musgos en las rocas graníticas.

Al poco de nuestro paseo habremos tomado cierta altura desde la cual podremos observar algunos ramales de cercano embalse de El Burguillo.
Tomando altura, pantano de El Burguillo.
Una vez concluido el primer kilómetro de ascenso, habremos llegado al espectacular mirador de buitres que se orienta hacia lo más profundo del Valle de Iruelas. Éste nos regala unas impresionantes vistas que justificará el esfuerzo realizado para llegar hasta él.
Mirador de buitres en la Lancha de las Viboras.
Siguiendo el camino, tendremos un ligero descenso para cruzar un pequeño arroyo que, tras vadearlo, nos obligará a tomar de nuevo altura hasta llegar a los casi 1000 metros. Habremos ascendido 270 metros de desnivel para situarnos en el punto más alto de la ruta, después de casi 2 km de marcha.
En busca de la cima de la ruta.
Estamos situados en el collado del Cerro de las Víboras donde hallamos una fuente e iniciamos el descenso entre enormes pinos resineros, donde alguno de ellos ha corrido la mala suerte de partirle un rayo, literal.
Pinos resineros; algunos partidos por un rayo.
En este cómodo tramo nos encontraremos con una zona de rocas graníticas dode, con algo de imaginación, podemos encontrar una cara donde algún senderista con buen sentido del humor le ha colocado un tronco a modo de cigarro.
Arte natural.
El camino continúa descendiendo ahora con más intensidad, zigzagueando entre el pinar para llegar a la carretera que comunica el camping con la pedanía de La Rinconada.

Carretera que no tomaremos, puesto que el sendero se abre camino paralelo al asfalto justo hasta llegar al punto de inicio.
Descenso en zig-zag
Aquí tendremos la opción de concluir la marcha o de hacer la Senda Botánica, muy sencilla. Parte hacia el mismo lugar de la anterior ruta, bifurcándose hacia la izquierda para ir explicando a modo de paneles informativos todos y cada uno de los componentes de este bosque. Muy didáctico e interesante para los más pequeños.
Bifurcación de sendas, al inicio.
La ruta concluye en la carretera de acceso al camping, junto al arroyo de Iruelas, donde es muy aconsejable descender hasta su orilla para refrescarnos con sus claras y puras aguas. Retomaremos el camino y realizaremos los últimos 500 metros por asfalto hasta el parking donde iniciamos la ruta.
Paneles informativos de la Senda Botánica.

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