II Ruta Nocturna MoreOcio

Gracias, a todos. Por asistir, por participar, por ayudar, por vuestro comportamiento ejemplar, por todo. Gracias.

Es una quedada y como tal, depende de todos el que ésta salga bien. Y así fue. Ningún percance destacable y con un grupo rodando muy unido adaptado al ritmo de todos.

34 participantes que disfrutaron de estos 47 km de ruta nocturna. Ruta diferente que cambia completamente la percepción de los caminos por los que rodamos habitualmente.

El Caño se empieza a animar.

La citación era a las 21:30 horas, retrasamos la salida 20 minutos para dar tiempo al sol a que desapareciese por el horizonte. En la plaza del Caño Nuevo se empezaba a crear ambiente.

"¡¡¡Pero More, vamos a salir ya que se nos va a hacer de noche!!!" -bromeaban algunos compañeros.

César desde su balcón, nos hizo la foto de salida. Y Perita desde su otra terraza, cual Papa, nos dio la bendición... Eusebio propone dar una vuelta por la Plaza de España antes de salir a los caminos. Y así hicimos. Vuelta de calentamiento por algunas calles del pueblo para dejarnos ver y girar más de una cabeza de los peatones con los que se cruzaba este numeroso pelotón.

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Vídeo 1 - Inicio de los toboganes, tras la subida por el camino del cementerio de Albarreal.

Vídeo 2 - Saliendo de Burujón, hacia las Barrancas.

Vídeo 3 - Entrada a la Plaza de España, antes de iniciar la ruta.



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La salida por las calles de Las Colonias para dirigirnos hacia Gerindote se hace tranquila, aún con luz natural. Decidimos hacer una pequeña variación a la ruta para cruzar por Gerindote. Nos había gustado que la gente se quedase mirando en Torrijos a más de una treintena de ciclistas con sus pilotos rojos traseros y focos deslumbrabtes delanteros. Además saliendo por aquí, cogíamos los "otros toboganes" y por tanto no repetiríamos ningún tramo en toda la ruta.
De camino a Burujón, el grupo se estira por los continuos subeybaja lo que hace que me dirija a la cabeza para frenar el grupo. Llevabámos 6km y no quería que se rompiese el grupo tan pronto, además debíamos esperar a Manolo y Gonzalo, que por motivos diferentes iban a enlazar con el grupo unos kms más adelante.
La luna, en un reciente cuarto creciente, aparece sobre nuestros ojos al fondo, dando una preciosa estampa al crómatico horizonte recortado de Gredos.

Precioso ocaso.

Antes de llegar a Burujón, tuvimos el primer y único percance mecánico. Una cadena "chupada" y atrancada con el desviador delantero en la bici de Alfonso. Mauri, muy hábilmente, lo solucionó con eficacia.

Empezaba a escasear la luz a nuestra llegada a Burujón. Damos una vuelta por el pueblo, Manolo se reengancha y continuamos nuestra andadura hacia Las Barrancas.

Al cruzar la carretera de Toledo-La Puebla, la noche ya se ha echado encima. Pero este año estábamos mejor preparados, con más y mejores focos que en la anterior edición. Tanto que incluso algunos compañeros como Tomás, rodaron toda la ruta sin foco alguno y sin ningún problema.

Saliendo de Burujón

Vadeamos el maloliente arroyo, aunque algunos pícaros encontraron un puentecito hecho con una tabla y unos ladrillos escondido a la izquierda del paso, que impidió que se mojasen con este repugnante agua.

Comenzó la subida a Las Barrancas y cada uno tomó su ritmo. Aquí surgió un tramo libre hasta el mirador, era la pendiente más empinada de la jornada y algunos quisimos apretarnos un poco en este sector sin pérdida alguna.
Arriba, fotos de rigor, con todos los participantes y sin demora bajamos por la cara "dura" para hacer el bucle de la senda ecológica. Desde arriba Charly, Juanjo y yo obtuvimos la que fue la mejor imagen de la noche. Todo un gusano de luz descendiendo desde lo alto con un giro a derechas que bien nos justificó el trago de polvo al que nos vimos obligados.

Saliendo del Mirador de las Barrancas.

De nuevo a los pies de Las Barrancas, Gonzalo se incorpora, e iniciamos el ascenso, definida por los ciclistas torrijeños como la "Marmolada", coincidiendo con el Camino Natural del Tajo. Una subida mucho más tenue pero más larga que la anterior.
En esta ocasión decidí quedarme cerrando el grupo. Donde coincidi con Antonio, con el que tuve una breve charla sobre los grupos ciclistas en Torrijos y con el que me había mensajeado fechas atrás via e-mail. Bienvenido al ciclismo Torrijeño.

Subiendo "La Marmolada"

Iniciamos juntos el descenso de "los toros". Era el tramo más complicado, la velocidad, la diferente percepción del camino y el estado de este, nos obligaba a bajar con mucha precaución. Una mole de piedra en medio del carril izquierdo fue el único susto que podría reseñar de esta peligrosa bajada.

Una, bien decidida por el grupo, reunificación en la báscula de la finca, permitió que llegásemos todos juntos hasta el peligroso cruce con carretera en la rotonda de Albarreal. Esperamos el paso de unos cuantos coches y cruzamos en busca del camino de las canteras por el puente de madera.
Avisamos a la gente del posible vadeo de agua o de la subida por el puente de forma individual y con mucha arena. Pequeño atasco que se resolvió sin problemas y giro a la izquierda para ir en busca de Albarreal.

La velocidad aumenta debido al buen firme del camino y a la eficaz luz de los potentes focos. Decido tomar la cabeza y reducir el ritmo para llegar todos juntos a la nueva población. Mientras un montón de voces nos jalean desde la oscuridad, suponemos que son la chavalería escondida entre las zonas oscuras de la localidad.

Pasando el puente de madera, de camino a Albarreal.

En Albarreal tomamos el camino del cementerio, en subida hasta encotrar de nuevo a los toboganes. Una subida en grupo. A una media tranquila de 18 km/h hace que se desarrollen numerosas conversaciones y se disfrute de una temperatura un tanto alta para las horas que eran. Sobre las 12 de la noche rondaban los 23ºC.

Así, unidos llegamos hasta los toboganes y de nuevo se abre un tramo "libre". No había pérdida hasta la carretera. Estas archiconocidas ondulaciones pasaron factura a los compañeros menos rodados y el aumento de la velocidad hizo que el grupo se fracturase.
En la carretera de nuevo una reagrupación y buscamos el camino que nos saca a la casa "del Chato", cruzamos la carretera de Albarreal para entrar a Torrijos por el camino de la vega, ya mucho más relajado.

La decisión final de dar una vuelta por Torrijos por las zonas de las terrazas de bares no estuvo mal. Desde el paseo, donde encotramos a Valentín, pasando por las terrazas de La Cueva, La Cava, La Panza, La Suite, para rodear el parque y llegar victoriosos a la Plaza de España, donde Canelo nos tenía preparadas unas gratificantes jarras de cerveza...

Lo mejor de la ruta, las jarras de cerveza.

GRACIAS DE NUEVO A TODOS POR PARTICIPAR DIRECTA E INDIRECTAMENTE EN ESTA QUEDADA. SIN VOSOTROS, EL AMBIENTE NO SERÍA LO MISMO.

El año que viene más... Aunque alguien ya ha propuesto hacer una cada mes de verano...

Así nos fue en nuestra I QDD Nocturna MoreOcio (2011)