jueves, 11 de agosto de 2011

Arenas de San Pedro: Basílica-El Arenal-El Hornillo-Guisando-Senda de Pescadores

Nueva ruta veraniega con un gran plan para los cicloturistas que visiten esta preciosa zona del Sistema Central para un solo día.

Son innumerables las gargantas que descienden desde lo alto de esta imponente Sierra de Gredos; Arenas, Candeleda, Madrigal, Jarandilla... Cada una de ellas tienen sus peculiares y características piscinas naturales de agua limpia y fresca que al llegar el verano represan artificialmente para el disfrute de unos relajantes y refrigerantes chapuzones.

Durante los últimos años habíamos visitado esta zona con ese carácter. Pero desde las saturadas charcas siempre se me levantaba la vista hacia los frondosos bosques que encerraban estos pequeños valles. Bosques solitarios, tranquilos.... pero a la vez cercanos.

No tardó en saltar la idea. Y no era otra que aunar el motivo cicloturista explorador y solitario junto con el dominguero que busca una naturaleza "artificial" rodeado de chiringuitos, sombrillas y gentío.

Así pues el plan consistía en unir ambas atracciones con una ruta matutina por los montes, con una posterior visita a las piscinas naturales, que a su vez permitiría relajar las cansadas piernas en las frías aguas de estas charcas, a la vez que recuperábamos nuestra temperatura corporal del ejercicio realizado.



Pincha aquí para ver la ruta en Wikiloc para GPS
Tras la hora de camino que separa Torrijos de Arenas de San Pedro, nos presentamos en esta localidad abulense para disfrutar de un plácido día de verano. Javi había quedado con Sergio, un colega suyo que veranea en esta localidad y también aficionado al cicloturismo que nos acompañaría en esta nueva aventura. Junto con Tomás, y su habitual carácter alegre y risueño, seríamos los cuatro personajes que formaríamos el minipelotón de hoy.

Salimos por la carretera AV-923, dirección La Parra, pero antes de salir del núcleo de Arenas giramos a la izquierda, hacia el norte en busca del Santuario de San Pedro de Alcántara.

Santuario de San Pedro de Alcántara.
El camino asfaltado es muy usado por los arenenses para dar plácidos paseos, por tanto es posible que nos encontremos con abundante gente en este tramo. Tramo que asciende muy levemente paralelo al Arroyo de Avellaneda, que queda a nuestra derecha.
El asfalto acaba justo a los pies del Monasterio. Estos breves kilómetros han servido para calentar las piernas y ponerlas a punto para afrontar esta larga etapa.

Tras abandonar el buen piso, y siguiendo recto, el camino se adentra en el Barranco de La Tendera aumentando el porcentaje de ascenso. Estamos entrando en la zona devastada por el incendio del verano del 2009. Trabajos de recuperación forestal se aúnan en esta zona tristemente afectada.

De este camino principal, sale a la izquierda a modo de sendero muy técnico y algo peligroso, un ascenso que se agarra a la loma del barranco para conseguir llegar al Collado de la Cruz de la Tendera. Son apenas 700m de camino arroyado por regueros y comido por la maleza, olvidado al tránsito por culpa de las llamas de aquel incendio intencionado que desoló a todos los habitantes de la zona y amantes de la naturaleza. Posiblemente antes de aquel atentado natural, este tramo que zigzaguea hasta en 7 ocasiones, hubiese sido una preciosa subida hasta lo alto de la loma que pretendemos alcanzar.

Una vez arriba, nos encontramos en el collado que separa ambas vertientes, este y oeste, dándonos cuenta de que estamos situados en el límite del sufrido incendio. Cuando giramos la vista hacia el este, era desolador, pero en cambio al levantar la mirada sobre el oeste, el valle se levantaba frondoso y orgulloso de su suerte.

Aquí se unen varios caminos, nosotros tomaremos el que sale hacia el norte con piso de hormigón que nos irá dejando unas preciosas vistas a la izquierda del Valle del Arenal, con unos bonitos miradores de las localidades de El Hornillo y de El Arenal.

Vista de El Arenal.
La pista hormigonada faldea con un leve descenso y un posterior y tranquilo ascenso, siempre entre pinares que nos llenan de sombra estas primeras horas del día. El camino muere en el campo de fútbol de El Arenal, pero poco antes de llegar a este tomamos un descenso corto y algo técnico hacia la izquierda que nos guiará a otro camino más adecentado.

Este nuevo camino esta flanqueado por pequeños huertos de particulares regados por el próximo Río Arenas, el cual cruzaremos sobre un puente. Tras salvar el rio ascenderemos hasta el El Arenal por un tramo corto pero de elevada pendiente que nos dejará en la travesía principal de la población.

Salimos de El Arenal por la carretera (), siempre en ascenso. Al kilómetro de carretera Sergio se nota floja la rueda delantera. Le damos aire pero al poco vuelve a perder. Lleva tubeless y detectamos el agujero en el flanco izquierdo. Le presto mi cámara y desmonta la cubierta tubelizada. Hincha la rueda y cuando va a sacar la bomba, se parte la válvula. Javi y Tomás usan válvula gorda y solo nos queda la opción de bajar al pueblo y buscar una tienda de bicicletas. Dificil tarea en una localidad tan pequeña. Javi y Tomás bajan al pueblo mientras que Sergio y yo intentamos buscar alguna solución. Pero nada funciona. Javi me llama y dice que no hay tienda pero que van al mecánico del pueblo. Nada. Paran incluso a un lugareño con bici para pedirle una cámara, pero solo tiene con válvula gorda. Así pues, no hay opción, Sergio insiste en que bajará hasta Arenas con la rueda pinchada rodando sobre la cubierta... ¡¡¡Estos vascos están locos!!! Nos preocupa y decidimos abortar la salida y bajar todos con él. Pero insiste en que continuemos, él no es la primera vez que lo hace.

Continuamos, pues, la ruta ascendiendo aun por asfalto hasta que a la izquierda sale un camino que nos lleva a la piscina de la población. Antes de llegar a ella nos volvemos a desviar a la derecha, donde nos encotramos un panel explicativo de la senda de pequeño recorrido con la que vamos a coincidir durante algunos kilómetros (PR-AV 20). Seguimos rumbo norte, ganando altura a la Sierra del Arenal.

Panel informativo PR-AV 20.
La parte más dura de la ruta aparece al girar hacia el oeste donde el camino realiza una serie de revueltas que, unido al calor que comenzaba a apretar, nos hace sudar y sufrir sobre la bicicleta. Estamos en la ladera sur y el Sol nos pega de lleno. Paramos a rellenar los bidones en una de las fuentes y continuamos el ascenso, ahora ya más tendido e incluso con algún motivador tramo llano.

Intuíamos que estábamos muy cerca de la cota máxima de la ruta, que nos quedaba muy poco desnivel por conquistar. Pero en una revuelta al salvar el Arroyo Zarzoso nos encontramos con una recta firme y ascendente que nos cayó como una losa sobre nuestras piernas. Suerte que se trataba de apenas 200m que, ahora sí, establecía los 1330msnm, altura máxima del día.

Aquí volvemos a encotrar un nuevo panel informativo del PR-AV 20 que invita a serguir faldeando la sierra por un precioso sendero hacia el oeste. Es en este lugar donde nos despedimos de este camino para iniciar una bajada por la falda de la montaña con cinco revuelta que pondrán a prueba nuestros frenos. Un descenso que nos hace perder 150 metros de desnivel en menos de un kilómetro de recorrido.

Pista forestal, al fondo la Sierra de Arenas.
Este descenso muere en una pista forestal adecentada que tomamos hacia nuestra derecha en un ligero ascenso hasta cruzar el Arroyo de los Torneros, donde iniciamos un larguísimo descenso rumbo sur de unos 7 kilómetros pasando por el Collado de la Curandera y dejando unas espectaculares vistas hacia nuestra izquierda de El Arenal.

Pronto la pista se convierte en hormigón, a título de carretera forestal, cuando nos acercamos al El Hornillo. Localidad por la que no pasaremos, pero si bordearemos desde las alturas. Dejando una preciosa estampa digna de fotografiar.

Vistas de El Hornillo.
El trazado de nuevo vuelve a faldear con entretenidos y ligeros "subeybaja", encarmándose a la orografía de las laderas, esta vez a una altura inferior. Vaderaremos algunos arroyos, casi secos en estas fechas del año.

Nos topamos con una bifurcación de carreteras forestales y tomamos la que desciende hasta el Puente de la Francisca que salva el Arroyo de Cantos. Aquí rellenaremos nuestros bidones en la Fuente de las Truchas. Pocos metros antes de llegar a este lugar, a la izquierda desciende un camino que llega a la Charca Verde, bonita piscina natural donde podremos refrescarnos de las altas temperaturas.

Charca Verde, El Hornillo.
El homirgón se convierte en asfalto que si siguiésemos hasta el final nos dejaría en El Hornillo. Nosotros a los pocos metros nos desviamos hacia la derecha en un camino que sale en ascenso, empedrado, en busca del Collado de la Casa. El largo tiempo en descenso y faldeo nos permite realizar un ascenso fuerte y con muy buen ritmo. Es aquí donde el jocoso Tomás saca a relucir su simpatía con una frase que quedará para la posteridad: "¡¡¡Tomamos Gredos como si fuese la cuesta de Barcience!!!

Tomás subiendo Gredos como si fuese Barcience...
Tras coronar el collado, donde se localiza el refugio () para senderistas en epoca invernal, realizamos un nuevo tramo de faldeo que nos dejará en la carretera que asciende desde Guisando. La ruta tomará esta carretera un poco más abajo, pero antes nos vuelve a separar de ella hacia la derecha en un pequeño ascenso entre pinares para obligarnos a realizar a un bonito descenso por una senda algo técnica debido a la cantidad de piñas maduras que se concentraban en el suelo.

Sendero de bajada.
Ahora si saldríamos definitivamente a la carretera, no sin antes darnos el gran susto de la mañana, pues el camino acababa en una portela de color marrón que conseguía camuflarse entre los troncos del denso pinar.

Por la carretera Tomás se da cuenta que ha pinchado. Mientras da aire a la bici para llegar a Guisando, aprovecho a hacer algunas instantáneas de Arenas desde esta privilegiada ubicación.

Arenas de San Pedro al fondo.
Rápido nos topamos con la pintoresca población de Guisando, colgada literalmente de la ladera que la sustenta. Es tarde, Tomás cambia la cámara y sopesamos si descender a Arenas por carretera en apenas 6 km o realizar la parte más bonita de la ruta de 17km. Este último tramo corresponde a parte de la ruta de los "5 ríos" que transita por la bonita Senda de los Pescadores.

Vistas de Guisando.
Decidimos tomar esta opción e iniciamos la salida por la carretera local AV-713. En el km 3 sale a la derecha y de nuevo en ascenso un camino empedrado que nos introducirá en un denso pinar con algunas subidas y bajadas, anchas todas ellas y con algun tramo completamente tapizado por piñas y hojas de algunos árboles caducos. Así llegamos al cruce con la carretera que anteriormente habíamos abandonado, a la altura de la Cantina de Miguelito, y seguimos por el Camino Forestal de la Pregonera bordeando el pico Haberes.

Hojas y piñas tapan el suelo.
Este camino en descenso enlaza con el Camino Forestal del Rancho del Burro, siempre bajo un impresionante techo natural en forma de pinar. El cual agradecemos pues sentimos durante la bajada bolsas de aire caliente que nos recuerda el calor que debe hacer a estas horas del día fuera del pinar.

Nuestro trazado llega a una encrucijada de caminos, abandonamos el camino forestal para tomar la preciosa Senda del Pescador que nos llevará encajonado entre la carrera AV-294, a lo alto de nuestra mirada y el Río Arenas, a la derecha bajo nuestros pies.

Senda de Los Pescadores.
Sendero bonito, algo técnico, estrecho pero bien marcado que por momentos es conquistado por la vegetación y que nos dirige al precioso puente del rio Pelayo. Tras el cual, debemos poner pie a tierra para ascender un breve tramo empedrado que ya supera nuestras fuerzas de hoy.

Puente sobre el Río Pelayo.
El sendero no tiene pérdida y nos deja directamente en Arenas de San Pedro, previo paso por su depuradora de aguas, lo que nos indica que estamos en la parte baja de la localidad y aún tenemos que hacer un pequeño esfuerzo hasta llegar al coche. Esfuerzo recompensado con las vistas que ofrece este precioso pueblo, lleno de vida a lo largo de toda su arteria principal.

A la llegada nos esperaba Sergio con su hermano y mujer para llevarnos en coche hasta Guisando para darnos un merecido baño en su charca y comer para recuperar las fuerzas perdidas.
Charca de Guisando.
Como conclusión esta ruta tal vez se exceda de tramos de pistas forestales, pero presenta un bonito final. Lástima la primera parte de ascenso al Collado de la Cruz de la Tendera donde el fuego de hace dos años ha impedido en disfrute de la ruta.

Anotación a tener en cuenta; es recomendable hacer el inicio y final en Guisando, justo en la zona de su charca. Es una poblacion más tranquila donde podemos meternos en el agua nada más bajarnos de la bicicleta, con una jarrita de cerveza congelada esperando en la barra del chiringuito situado a escasos 20metros.

4 comentarios:

  1. Si señor, cada dia me gusta mas leer y entretenerme con tus cronicas hermanito, me quedo con lo de jocoso jejeje, que hariais sin mis comentarios y canciones, Un abrazo a todos y muy bonita la ruta

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  2. Joder como os lo montais, lo mejor el baño final con la cerveza (muy merecida).
    Una pena la primera parte, tiene que ser desolador ver ese paisaje, con lo que era antes del incendio. Tienen que ser espectaculares esos tramos de faldeo de la ruta. Espero ir alguna vez por esa zona.

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  3. El Risquillo

    Buen chuletón el que ponen allí

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  4. Tomas: sabes q eres imprescindible jaja. Tus comentarios en medio de una pesada subida son comonuna bombona de oxigeno para nosotros jaja.
    Jafdc: si es una lastima lo del incendio, pero apenas son 5-6km de la ruta. El faldeo es muy divertido pero talvez la ruta abuse de pista forestal. Lo mejor, los ultimos 15km y la charca claro!!! Jeje
    Alberto: eres un tio de mundo.. Veo q conoces cualquier rincon!!! El chuleton se lo tomo Sergio y tenia muy buena pinta ahora q lo dices... Para la proxima... Jaja

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