sábado, 10 de abril de 2010

Parque Nacional Picos de Europa

Esta Semana Santa anduvimos andorreando por Asturias, de nuevo con la filosofía de ver lo máximo posible en los cuatro días que contabamos para disfrutar de aquellos parajes tan espectaculares. Mezclamos turismo de montaña con costa, así como turismo rural con urbano. La distribución de los días y los lugares visitados estan desarrollados en la seccion de motor.

Aquí describiré el par de pequeñas, breves y conocidas internadas realizadas a pie en dos de los tres macizos que componen los voluptuosos Picos de Europa. Repito que no disponíamos de mucho tiempo para todo lo que queríamos abarcar, por tanto era imposible dedicar una jornada exclusivamente para patear rincones. Aunque, eso sí, no podía volverme, sin almenos, pisar algo con mis botas de montaña.

Lagos de Covadonga

-En el macizo del Cornión, el más al oeste de los tres, se encuentra el Santuario de Covadonga con sus archiconocidos Lagos Enol y Ercina.

Conseguimos subir en coche hasta arriba, gracias a que no era dia festivo, fin de semana o temporada alta turística, porque entonces deberíamos subir en bus desde Cangas de Onís. Nos desviaron, eso sí, al parking de Buferrera situado a la altura del lago Enol (el situado a una altitud mas baja de los dos).
Bajamos del coche y hacía mucho viento, tan solo pudimos asomarnos al mirador del Principe para ver un pojter espectacular. Impresionante llanura en esas alturas.Despues nos dirigimos para cruzar las minas de Buferrera, donde se observa la evidente mano del hombre desntro de la gran naturaleza, donde aun se conservan vagonetas y túneles que antaño se usaban para sacar el metal de esta zona. Y tras ese breve paso subimos a ver el lago Ercina. Rápido decidimos dar la vuelta por el mal tiempo que acompañaba. Un paisano de Cardes (pedanía de Infiesto donde nos hospedábamos) nos recomendó esa misma mañana que si la cosa amenazaba aquí arriba, lo mejor era no pensárselo y bajar lo antes posible. Evidentemente no pusimos en duda la sabiduría popular.
Canal del Tejo

-En el macizo de Andara, o central, subimos desde Poncebos en el funicular hasta la villa de Bulnes, incomunicada por cualquier tipo de transporte hasta el año 2002, cuando se creó esta vía. Desde la villa ascendimos al mirador del Urrielu, el cual se observaba soberbio en un día despejado como fue el caso.

Y tras bajar de nuevo a Bulnes comenzamos el descenso por la única vía de comunicación de este lugar hasta hace menos de una decada, el canal del Tejo. Espectaculares vistas de un valle que se va encajonando y desciende una cota de unos 500m de diferencia.

No tiene pérdida, son unos 4 km que tardamos en realizar en una hora. Un camino con mucho encanto, menos frecuentado que la archiconocida ruta del Cares, pero con la misma magia que continen todos los rincones de estas montañas.

Cabras montesas salen al paso en el inicio del descenso. El valle aún es amplio en sus primeros pasos.

Poco a poco y casi sin darnos cuenta, la senda se estrecha y comienza a descender, zigzagueando en algunos casos. El río, que al principio iba paralelo en altura a nuestro camino, de repente lo podemos observar a bastantes metros por debajo de nuestros pies. Diferencia que debemos recuperar descendiendo bruscamente hasta ponernos de nuevo a su altura, ya en una zona de umbría. La cual, abandonamos tras cruzar el puente de la Jaya, lugar donde muere el Tejo en manos del Cares.

Espectacular vía que aconsejo realizar con el único inconveniente del desnivel que se debe afrontar y que no se debe realizar en sentido opuesto si no se esta en buena forma física.

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